martes, 1 de noviembre de 2016

A media tarde

Hola a todos!!! Cuánto tiempo sin pasarme por aquí!!! Mi ausencia se debe a mis estudios y al trabajo... estoy terminando de editar los últimos capítulos de La Dama de la Rosa ya que pronto marchará hacia la editorial y no he tenido mucho tiempo para nada más... Tengo muchísimas ganas de que podáis leerlo!!!
Pero mientras, tendréis que conformaros con este escrito:

A MEDIA TARDE

Aquel día pensé que mi vida cambiaba y que yo lo hacía con ella.
Fue un día cualquiera, ya no recuerdo si lunes o martes, mi mente intenta olvidarlo. Pero sí que recuerdo que fue a media tarde.
No tenía ni idea de cómo actuar. Pero no me preocupé por ello cuando te vi. Estabas allí, con tu fresca sonrisa y ojos esmeraldas. Eras tan tú que ni siquiera el ruido de esa música ochentera que sonaba me impidió prestarte atención.
Y recuerdo que sonreí, y me hiciste reír. Sentí que todo iba a estar bien si era contigo. Te convertí en el héroe de mis pensamientos, en mi escudo; me aferré a tu cuerpo y a tus labios. No quería separarme de ti.
Los días pasaron y yo seguía feliz aunque un tanto impaciente. Te volví a ver, no recuerdo si fue un viernes o un sábado, quizá fuera domingo o quizá lo soñé. Pero olí tu perfume, eso sí lo tengo claro. Y acaricié tu rostro, tu mejilla. El encuentro fue rápido, pero me sentí tan bien que quise conocerte más y mejor, quise explorar en tu corazón. Estaba roto, una coraza lo cubría. El miedo lo invadía y tu respiración te delataba...

Tus mensajes llegaron de la nada, yo me estaba ilusionando. No quería ir rápido pero me sentía en la necesidad de estar contigo.
Varios días después volví a verte y a oír esa risa tan cantosa que te hacía tan tú. Y es que eras tú, y eso era lo mejor.
Nuestros encuentros eran sencillos, una conversación, dos copas, tres sonrisas y ni un solo beso, excepto aquella ocasión que, por sorpresa, encontré tus labios contra mi frente.
Era un cariño inocente, de una simple amistad. Pero yo no lo entendía, no me hacías entenderlo, o quizás no querías que lo entendiera. Tus mensajes eran diferentes a los de cualquier otro, pero no duraron mucho, unos días, y luego ya la cosa se enfrío. Ni siquiera tus abrazos me hacían sentir igual que antes. Tus ojos no brillaban. Necesitaba saber qué ocurría.

Completamente cegada por los comentarios y opiniones que yo misma pedí por mi incomprensión, me fui alejando y acercando en oleadas a ti. Hasta que definitivamente te fuiste tú, antes de que me diera tiempo a decirte adiós mucho antes.
Y aquí me quedé, pensando en ti todas las noches, en ese precioso mes que compartirmos, comparando nuestros sentimientos y reparándome, de nuevo, el corazón.
Pero no pienses que eso fue así para siempre. Recuerda que me hiciste cambiar, ahora ya no tengo miedo a nada. Ahora sé que el ahora es ya y no hay momento de espera. Ahora sé que mi ahora soy yo, aquí, conmigo. Ahora te tengo fuera de mí, y me he dado cuenta que eso era lo que realmente necesitaba.
Y podría haberte pedido una simple explicación, pero no quise, no fue necesaria al ver mis ojos ante el espejo y haberme reconocido después de tanto tiempo.
Gracias por haberme hecho volver a mí, gracias por haberme abierto los ojos.
Gracias por haber aparecido, pero sobre todo, gracias por haberte ido.

Todos los derechos reservados.

Espero que os haya gustado!!
Si os gusta, no olvidéis dejar vuestros comentarios😉 y si es de vuestro agrado, podéis compartirlo en vuestras redes sociales pero sin olvidar mencionarme!!

Twitter: @1angelabonilla
Instagram: @1angelabonilla
Página Facebook: Ángela Bonilla

Un abrazo y feliz semana!!

🍁Ángela Bonilla🍁

1 comentario: